Los administradores de las tres empresas a las que el Ministerio de Industria ha reclamado la devolución de las ayudas que recibieron con cargo a la Orden de Reindustrialización de la Bahía de Cádiz están vinculados a casi una veintena de negocios repartidos por la provincia de Cádiz, fundamentalmente la Bahía y La Janda, algunos de los cuales presentan impagos a sus trabajadores.
Como se recordará, Industria reclamó la devolución de las ayudas a Cádiz Solar Center, Soluciones Tecnológicas Ambientales y Aquandalucía, en total 14,5 millones de euros, por no cumplir los requisitos para los que se concedió, iniciar una nueva actividad empresarial.
Vinculados a estas tres empresas aparecen varios nombres: Agustín Bobo de Vega, María Victoria Barreira Vivián, Alejandro Manuel Dávila Ouviña y Juan de Arespacochaga. No así el de Ana Isabel Fuentes Mateo, antigua apoderada de estos negocios, que renunció voluntariamente y de forma expresa a seguir representando a esas empresas, según se recoge en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), del pasado abril, pese a que su escrito de renuncia se formuló en noviembre.
En los casos de Bobo de Vega y Barreira Vivián, son administrador único y apoderada, respectivamente, de Cádiz Solar Center y Aquandalucía. Además, Barreira Vivián también es apoderada del tercero de los negocios, Soluciones Tecnológicas Ambientales, cuyo actual administrador es Arespacochaga y Fernando Alcalá del Olmo. Vinculado a estos negocios aparece el cuarto nombre, Alejandro Manuel Dávila Ouviña, quien fue anterior administrador único de Aquandalucía y Soluciones Tecnológicas Ambientales.
A raíz de ahí, este periódico ha podido comprobar que estos cuatro nombres se han repartido en 17 negocios más por toda la provincia, en diferentes puestos y cargos.
En cuanto a Agustín Bobo, aparece como administrador único de cinco empresas: Policultivo Investment Group, que comienza su actividad en enero de 2010 con el objetivo de compra, venta, almacenamiento, comercialización y distribución de pescados y mariscos y, en general, productos del mar. Su sede social, en la calle Pradillo, 65, de Zahara de los Atunes (Barbate).
La segunda empresa es Esencia de Pulpo SL, con un año y ocho meses de actividad (según sus datos), dedicada a la investigación, comercialización, fabricación y producción de productos de acuicultura. Su sede social, en calle Pradillo, 65, de Zahara.
El tercer negocio vinculado directamente a Bobo de Vega es Plasma Technologies SL, ubicada según los datos registrales en el centro de empresas Retse de El Puerto. Esta empresa, como indican esos mismos datos, cuenta con nueve meses de actividad y se dedica al reciclaje de residuos mediante técnicas de gasificación y arco de plasma.
En cuarto lugar, Bioenergy Park, con idéntica sede que la anterior, en El Puerto. Lleva en activo 13 meses, y su labor se relaciona con la acuicultura y los viveros flotantes.
Por último, Bobo es administrador único de Future Way Energy SL, también con sede en el Retse, constituida a finales de septiembre pasado, y dedicada a la investigación, producción, promoción, almacenamiento y comercialización de gas natural y CO2, así como la promoción de iniciativas tecnológicas en general.
En todas las empresas citadas, el administrador único anterior a Bobo de Vega era Alejandro Manuel Dávila Ouviña, con una excepción: en la primera de todas, Policultivo, junto a Dávila Ouviña era también administrador solidario Juan de Arespacochaga (Soluciones Tecnológicas Ambientales). Se da la circunstancia de que estos cambios en la administración se producen de forma continuada. En el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) de 12 de mayo de 2011 se recoge el cambio en la administración de Future Way. En el del 23 de mayo se publican los de Plasma Techonologies y Bioenery Park; y en el del pasado 8 de junio, los de Policultivo y Esencia de Pulpo.
En cuanto a la apoderada de los tres negocios principales (los que tienen que devolver las ayudas), María Victoria Barreira Vivián, consta como apoderada de nada menos que 12 empresas. En la mayoría, el administrador único actual o anterior es Dávila Ouviña y en dos casos, Arespacochaga.
Uno de esos negocios es Tecmargal. Esta empresa recibió la adjudicación por parte del Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules para urbanizar una fase del polígono de La Palmosilla, con el anterior gobierno presidido por el socialista Arsenio Cordero. Ayer, este periódico contactó con el actual regidor, Julio Toscano (PP) quien desveló detalles de cómo está la situación. Toscano confirmó que se han parado las obras hace unas dos semanas, con lo que los trabajadores están ahora mismo sin labor que realizar. Además, explicó que "llevo unas tres semanas intentando localizar a los responsables de esta empresa, Arespacochaga y Dávila Ouviña, y no ha hay manera. De hecho, iba a tener una reunión con Ouviña a la primera semana de tomar posesión, me la anuló y no he vuelto a saber nada de ellos".
Según cuenta el alcalde, el propio Dávila Ouviña estuvo en Alcalá con el anterior equipo de gobierno para presentar una ambiciosa inversión que propiciaría la puesta en marcha de 18 negocios (concuerda con toda la red de empresas vinculadas a sus nombres). Por último, explicó que "la próxima semana me voy a reunir con Antonio Perales, responsable de Bahía Competitiva, que fue quien los trajo a Alcalá, para ver si sabe algo de ellos".
En cuanto a los negocios son sede social en El Puerto, la nave nido número 8 del centro de empresas Retse, que gestiona la Consejería de Innovación a través de la agencia IDEA (Consejería de Innovación), está a nombre de la sociedad Soluciones Tecnológicas Ambientales. Esta ayer se encontraba abierta aunque la actividad es casi nula. Este periódico ha podido saber que en ella trabajan unas siete personas a las que se le adeuda el salario del mes de junio y la paga extraordinaria de verano.
Un trabajador consultado por este medio explicó ayer que están trabajando tratando de "salvar" el material, instrumentos y aparatos con los que cuentan para desarrollar su labor por si se decide próximamente "continuar" con la actividad. Hace unas semanas perdieron el contacto con los responsables de la firma. Han intentado hablar con ellos a través del teléfono pero sus llamadas no son respondidas. "Un día uno de los jefes nos cogió el teléfono y nos dijo que él ya no tenía nada que ver con la empresa", agregó el empleado.
La firma cuenta, además, con un pantalán alquilado en el complejo náutico de Puerto Sherry. En él está atracada una plataforma flotante con un sistema monitorizado para las pruebas y ensayos sobre la calidad de las aguas. Precisamente ayer, un grupo de trabajadores trabajaba en ella para solventar algunas averías con la esperanza de poder retomar su actividad.
Mientras, la nave permanece abierta y a ella vienen algunos proveedores a reclamar pagos. Uno de los empleados señala: "El otro día vino un señor que decía que le debían mucho dinero por la nave que querían construir en el polígono". Esta instalación estaba prevista en la parcela 19 del Tecnoparque Bahía de Cádiz y el pasado 23 de junio el Ayuntamiento portuense le concedió la licencia de construcción.
fuente: diariodecadiz
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