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martes, 11 de abril de 2017

QUE HACIENDA ME PIDA 10000 EUROS POR MI PENSION EN EL EXTRANJERO ES UN ROBO


"Que Hacienda me pida 10.000 euros por mi pensión en el extranjero es un robo"

Miguel Gomez cobraba una pensión de 605,10 euros que desde el pasado mes de enero se ha reducido hasta los 284,09 euros. Esos 321,01 euros de diferencia van a parar, directamente, a la Agencia Tributaria. Es la manera que tiene el Ministerio de Hacienda de «cobrar» parte de la deuda de Miguel por no haber tributado la pensión que recibe de Francia, país en el que trabajó durante 20 años. Pero, además, al no tributar la pensión, el Ministerio de Hacienda «calculó de forma errónea» el denominado «complemento de mínimos», que ahora también tiene que devolver. Entre unas cosas y otras, Miguel le debe a Hacienda 10.000 euros y, a sus 83 años, está indignado.

«Cambian la ley para sacarnos el dinero. Es un robo. Ahora, que estamos mayores, que cada euro cuenta, que no nos valemos por nosotros mismos... Ahora que necesitamos el dinero mucho más que cuando éramos jóvenes, ahora... nos quitan lo poco que tenemos. ¿Que Hacienda somos todos? No, perdona, Hacienda somos unos pocos desgraciados», lamenta. A su lado, su mujer Carmen, asiente y solloza. «No llores, Carmen, que se me parte el alma», le dice su marido. Ella, más que de pena, llora de rabia.

La vida laboral de Miguel empezó en 1948, a los 14 años, como ayudante de albañilería en Granada. Once años después, y en un país donde el trabajo escaseaba, se marchó a Francia donde trabajó en el sector de la metalurgia y como chófer. Allí pagó un plan de pensiones y recibe un plus en la pensión por un accidente de tráfico que sufrió allí. En un país extranjero, lejos de la familia y los amigos, lo mejor que le pasó a Migue fue conocer a la que es su mujer, Carmen. Regresaron juntos a València en 1979.

Sin médico y sin paro

El regreso a España lo recuerdan con amargura. Y es que cual fue su sorpresa cuando les comunicaron que no tenían derecho ni a la asistencia médica ni al seguro de desempleo. «La asistencia médica iba directamente relacionada con el trabajo así que en las oficinas del Inem me explicaron que no tenía derecho a nada, tras haber trabajado 20 años fuera de mi país. Ninguna ley nos amparaba y eso fue difícil de digerir. Sin embargo, ahora todas las leyes me obligan a pagar. A mí, en principio, ni Hacienda ni la Seguridad Social deberían reclamarme nada porque el que no paga en el momento que debe hacerlo no tiene derecho a cobrar nada porque no es justo», explica.

Y concluye: «Yo voy a pagar como buenamente pueda, pero yo cobro de Francia una mutua y una suplementaria. Las pagué en su día para tener una jubilación mejor, pero ahora se la queda mi propio Gobierno».


 

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